Qué es la autoestima
La autoestima es la forma en que te ves, te hablas y te valoras. Es la base sobre la que construyes tu bienestar emocional, tus relaciones y tus decisiones. No es algo que tengas o no tengas, sino un reflejo de cómo has aprendido a verte a lo largo del tiempo.
Desde mi experiencia como coach, veo cada día cómo la autoestima puede ser el motor que te impulsa o la barrera que te frena. Y lo más importante: puede transformarse. No estás condenada a vivir con una autoestima baja. Puedes aprender a cuidarte, a tratarte con respeto y a confiar más en ti.
¿Por qué es tan importante la autoestima?
Porque lo que crees sobre ti condiciona lo que te permites. Si sientes que no eres suficiente, probablemente dirás que sí cuando quieres decir que no, evitarás oportunidades o te quedarás en relaciones que no te hacen bien.
Una autoestima sana te ayuda a ponerte límites, a tomar decisiones desde tu bienestar y a sostenerte incluso cuando las cosas no salen como esperabas. No se trata de «creértelo todo el tiempo», sino de no abandonarte cuando te sientes vulnerable.
Cómo se forma la autoestima
Nuestra autoestima empieza a formarse desde la infancia. Los mensajes que recibimos de quienes nos cuidan, cómo nos tratan y cómo interpretamos esas experiencias, van moldeando lo que creemos sobre nuestro valor.
A veces, aprendemos que valemos solo si agradamos, si rendimos, si no molestamos. Y sin darnos cuenta, adoptamos creencias limitantes como «no soy suficiente», «tengo que hacerlo perfecto» o «no puedo fallar».
Con el tiempo, estas creencias se refuerzan y se convierten en parte de nuestro diálogo interno. Por eso es tan importante revisarlas. Si te interesa profundizar en este tema, te invito a leer también el artículo sobre nuestros saboteadores internos.
El papel de los mensajes tempranos
Desde los primeros años de vida, absorbemos mensajes de las figuras de referencia: padres, cuidadores, profesores… A veces, basta con una frase repetida como «debes hacerlo perfecto» o una mirada desaprobadora para que empecemos a construir un diálogo interior exigente. Otras veces, la ausencia de reconocimiento o afecto puede hacer que interioricemos la idea de que no valemos lo suficiente.
He acompañado a muchas personas que, identifican cómo pequeñas experiencias se volvieron grandes creencias. Una mujer que nunca era felicitada por sus logros escolares ahora se siente insegura en el trabajo. Un hombre que escuchó continuamente que era «demasiado sensible» ha aprendido a callar sus emociones. Estas historias son más comunes de lo que parece, y el primer paso es mirarlas con amabilidad.
Diferencia entre autoestima y autoconcepto
Aunque a veces los confundimos, no son lo mismo. El autoconcepto es la imagen que tienes de ti: cómo te defines, qué crees que sabes hacer, cómo te percibes física o mentalmente. La autoestima, en cambio, es la valoración emocional de esa imagen.
Puedes tener un autoconcepto positivo («soy buena en mi trabajo») pero una autoestima baja («no creo que merezca reconocimiento por ello»). Lo ideal es que ambos estén alineados y nutridos desde el cuidado.
Tipos de autoestima: cuál es la tuya
Existen distintas formas en las que la autoestima se manifiesta:
- Autoestima alta: Te valoras, reconoces tus errores sin hundirte y tienes confianza en tus decisiones.
- Autoestima baja: Te criticas con frecuencia, dudas de ti misma y te cuesta poner límites.
- Autoestima inflada: Hay una imagen de superioridad que a menudo encubre inseguridad profunda.
- Autoestima fluctuante: Dependes mucho del reconocimiento externo para sentirte bien contigo.
Identificar cómo vives tu autoestima es el primer paso para trabajarla de forma consciente.
¿Cómo saber si tengo la autoestima baja?
A veces no es evidente que nuestra autoestima está dañada, pero lo notamos en cómo reaccionamos, en cómo nos relacionamos o en lo que evitamos.
La autoestima baja se infiltra en muchas decisiones pequeñas del día a día. Y cuanto antes la identifiques, antes podrás trabajar en ella.
Te muestro algunas señales que pueden ayudarte a identificar si necesitas trabajar tu autoestima:
- Te comparas constantemente con los demás.
- Te cuesta decir «no» aunque te incomode.
- Sientes que no eres lo bastante buena.
- Evitas asumir retos por miedo a fallar.
- Necesitas aprobación constante para sentirte válida.
- Te criticas por pequeños errores.
Ten en cuenta, que no se trata de encajar en una lista, sino de observarte con honestidad, de observarte y escucharte.
¿Por dónde empezar? Prácticas que te acercan a ti misma
Cambia el diálogo interno
Lo que te dices tiene un impacto enorme. Empieza por observar tus pensamientos automáticos y sustituye las frases duras por otras más amables. No se trata de «positivismo tóxico», sino de entrenar una voz interna que te apoye.
Reconoce tus logros y fortalezas
Haz listas, lleva un diario, pregúntate al final del día qué has hecho bien. Celebrar tus pasos, por pequeños que parezcan, refuerza la confianza.
Practica la autocompasión
Aprende a tratarte como tratarías a alguien que amas. Esto incluye aceptar tus errores sin machacarte, darte permiso para descansar y reconocer que estás haciendo lo mejor que puedes.
Mindfulness y autoestima
La práctica de mindfulness te ayuda a tomar distancia de los pensamientos críticos y conectar con el presente. Puedes profundizar en este tema en el artículo Cómo incorporar Mindfulness en tu rutina diaria.
Eneagrama y autoestima
Conocer tu eneatipo te permite entender tus motivaciones, patrones de comportamiento y miedos profundos. Esta herramienta de autoconocimiento es muy útil para trabajar la autoestima desde la raíz. Si quieres saber más, te recomiendo leer Qué es el Eneagrama y cómo puede ayudarte a conocerte mejor.
¿Cuándo buscar ayuda terapéutica?
El coaching puede ser un gran apoyo cuando buscas conocerte mejor, tomar decisiones alineadas contigo y fortalecer tu autoestima desde la acción y la conciencia. Sin embargo, es importante saber que no sustituye a la terapia ni aborda problemáticas clínicas.
Si estás atravesando situaciones como:
Trastornos de ansiedad o depresión diagnosticados
Procesos traumáticos no elaborados
Crisis de identidad profundas o síntomas de desregulación emocional
Conductas autolesivas o pensamientos autodestructivos
Lo más adecuado es acudir a un profesional de la salud mental, como un psicólogo o psiquiatra.
Como coach, mi responsabilidad es acompañarte solo cuando estás en condiciones de iniciar un proceso de desarrollo personal con autonomía emocional. Y si en algún momento veo que necesitas otro tipo de apoyo, no dudaré en derivarte al profesional adecuado.
Coaching: Trabaja la autoestima desde un enfoque de desarrollo personal y accion
Quiero contarte algo importante: para acompañarte en este camino he creado un enfoque propio llamado ReCONÓCETE y Avanza, un proceso de transformación diseñado especialmente para mujeres que se sienten bloqueadas, desconectadas o atrapadas en bucles de exigencia, duda o autoexigencia.
Este método combina herramientas de coaching, eneagrama, mindfulness, liberación emocional y movimiento corporal (como el yoga consciente), permitiendo una reconexión real con quién eres y lo que necesitas. Porque la autoestima no se construye solo desde la mente: también se libera desde el cuerpo, desde la emoción, desde la verdad interna.
En este proceso trabajamos desde la raíz para ayudarte a:
- Identificar tu eneatipo y comprender tus bloqueos emocionales.
- Soltar creencias que ya no te sostienen.
- Desarrollar hábitos de cuidado desde el respeto y no desde la exigencia.
- Recuperar tu fuerza y tu capacidad de decisión.
Además de la escucha activa y el acompañamiento emocional, en coaching utilizamos herramientas prácticas que te ayudan a reconectar con tu valor.
Algunas de ellas son: que te ayudan a reconectar con tu valor. Algunas de ellas son:
- Ejercicios de reformulación de creencias limitantes.
- Visualizaciones para conectar con tu versión más segura.
- Dinámicas de gratitud y reconocimiento.
- Registro de pensamientos y emociones para tomar conciencia del diálogo interno.
Este tipo de trabajo no es solo mental, también es emocional y corporal. Por eso es tan transformador: te permite volver a ti desde todos los planos.
Un proceso de coaching puede ser una gran ayuda si sientes que no sabes por dónde empezar. A través de preguntas poderosas, ejercicios prácticos y un acompañamiento respetuoso, el coaching te permite revisar creencias, poner límites, reconectar con tus valores y empezar a tomar decisiones desde el cuidado.
En mi experiencia como coach, he visto cómo las personas que comienzan a escucharse con honestidad, sin juicio, dan pasos inmensos hacia una autoestima más sólida y real.
Trabaja tu autoestima: mereces sentirte bien contigo
Trabajar la autoestima no significa convertirte en alguien perfecta. Significa empezar a tratarte con la misma compasión con la que tratas a los demás. Aprender a confiar en ti, a respetarte y a dejar de pelear contigo.
Si has llegado hasta aquí, quizá estás lista para dar ese primer paso. Y si sientes que te vendría bien una guía cercana en ese camino, estaré encantada de acompañarte. Puedes escribirme cuando quieras o visitar la página principal de Equilibrio Esencia, donde encontrarás más recursos, servicios y artículos que pueden acompañarte en este camino.