Cómo desarrollar la inteligencia emocional desde la conciencia corporal

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¿Te sientes desconectado de tus propias emociones?

¿Alguna vez has sentido que las emociones te «pillan por sorpresa»? Como si fueras por la vida en piloto automático y, de repente, una sensación de ansiedad, tristeza o irritabilidad aparece sin que sepas muy bien de dónde viene… No estás solo en esto, y es que muchas veces hemos aprendido a «pensar» las emociones más que a sentirlas, y esto nos desconecta de una sabiduría profunda que reside en nuestro propio cuerpo.

Llevo años acompañando a personas en sus procesos de crecimiento personal, y hay algo que siempre me ha parecido increíble: quienes llegan a fortalecer de verdad su inteligencia emocional son los que aprenden a escuchar lo que su cuerpo les dice. Es como descubrir un lenguaje secreto que siempre estuvo ahí, esperando a ser entendido.

Si sientes que a veces tus emociones te superan, o que reaccionas de formas que después no entiendes, este artículo es para ti. Quiero invitarte a mirar la inteligencia emocional desde otro lugar: la conciencia de tu propio cuerpo.

 

Qué es la inteligencia emocional y por qué es tan importante

La inteligencia emocional es mucho más que un concepto de moda en el desarrollo personal. Es la capacidad de reconocer, comprender y gestionar nuestras propias emociones, así como la habilidad de percibir y responder de manera empática a las emociones de los demás. Pero hoy te quiero contar, qué significa esto realmente en tu día a día.

Imagina por un momento poder hacer una pausa antes de reaccionar cuando alguien te dice algo que te molesta. Siente cómo sería reconocer esa ansiedad antes de que se transforme en ese nudo en el estómago que te bloquea. Ahora piensa en cómo cambiarían tus relaciones si pudieras expresar lo que sientes con claridad y cariño, tanto contigo mismo como con los demás.

 

Por qué es fundamental desarrollar tu inteligencia emocional

La importancia de la inteligencia emocional trasciende el bienestar personal. Cuando desarrollas esta capacidad, mejoras significativamente tu toma de decisiones, porque ya no decides únicamente desde la mente racional, sino integrando la información emocional que tu cuerpo te proporciona. Tus relaciones se vuelven más auténticas y profundas, y tu capacidad de liderazgo, tanto en tu vida personal como profesional, se fortalece de manera natural.

No se trata de controlar las emociones como si fueran enemigas, sino de aprender a relacionarte con ellas de manera más consciente y amigable.

¿Qué entendemos por conciencia corporal?

La conciencia corporal es la capacidad de percibir las sensaciones, tensiones, relajación y movimientos que ocurren en tu cuerpo momento a momento. Es como desarrollar un «radar interno» que te informa constantemente sobre tu estado físico y, por extensión, emocional.

Pero no te confundas: no estoy hablando de algo esotérico o complicado. La conciencia corporal es algo tan sencillo como darte cuenta de que tienes los hombros tensos cuando estás preocupado, o notar que tu respiración se acelera cuando estás nervioso. Es observar cómo tu postura cambia cuando te sientes confiado versus cuando te sientes inseguro.

 

La conexión mente-cuerpo que siempre ha estado ahí

Tu cuerpo es mucho más inteligente de lo que imaginas. Constantemente está procesando información del entorno y de tu mundo interno, enviándote señales a través de sensaciones físicas. El problema es que hemos aprendido a ignorar estas señales, a «tirar para adelante» sin escuchar lo que nuestro cuerpo nos quiere decir.

Cuando desarrollas conciencia corporal, es como si encendieras una luz en una habitación que siempre estuvo a oscuras. De repente, puedes ver y sentir cosas que antes pasaban desapercibidas. Esta conexión cuerpo-mente no es algo que tengas que crear; ya existe. Solo necesitas aprender a prestarle atención.

La belleza de trabajar desde la conciencia corporal es que el cuerpo no miente. Mientras tu mente puede racionalizar, justificar o negar lo que sientes, tu cuerpo te ofrece información pura y directa sobre tu estado emocional en cada momento. ¡Tu cuerpo grita lo que tu mente calla!

Si quieres profundizar en cómo el movimiento consciente puede ayudarte en este proceso, te invito a leer sobre cómo el yoga puede ayudarte a liberar tensiones emocionales.

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Cómo se relacionan la conciencia corporal y la inteligencia emocional

Cada emoción que experimentas tiene una firma corporal única, una manera específica de manifestarse en tu cuerpo físico.

Cuando sientes miedo, no solo tienes un pensamiento sobre algo que te asusta. Tu corazón se acelera, tus músculos se tensan, tu respiración se vuelve más superficial. Cuando experimentas alegría, tu pecho se expande, tu respiración se profundiza, y hay una sensación de ligereza que recorre todo tu ser.

 

Ejemplos cotidianos de esta conexión

Piensa en la última vez que tuviste una conversación muy importante. Probablemente, antes de que tu mente procesara completamente el nerviosismo, tu estómago ya te había enviado la señal a través de esa sensación de «mariposas» o en mi caso de “cierre”. O recuerda un momento en que alguien te decía algo que no te parecía cierto: ¿no sentiste algo raro en el pecho o en el estómago, incluso antes de poder verbalizar qué era lo que no te cuadraba?

Esta es la inteligencia de tu cuerpo en acción. Cuando aprendes a desarrollar tu conciencia corporal, estás expandiendo tu capacidad de inteligencia emocional porque comienzas a recibir información emocional mucho antes de que llegue a tu mente consciente.

 

El poder de la escucha interna

Desarrollar la escucha interna es como afinar un instrumento musical. Al principio, puede ser difícil distinguir las diferentes «notas» que tu cuerpo está tocando, pero con práctica, empiezas a reconocer los patrones. La tensión en los hombros que aparece cuando estás sobrepasado. La sensación de expansión en el pecho cuando algo te emociona genuinamente. El nudo en la garganta cuando necesitas decir algo difícil pero importante.

Esta capacidad de escucha interna no solo te ayuda a identificar qué sientes, sino también a entender qué necesitas. Y cuando sabes qué necesitas, puedes tomar decisiones más alineadas con tu bienestar y tus valores.

El autoconocimiento profundo es fundamental en este proceso. Por eso te recomiendo explorar herramientas como el Eneagrama y cómo puede ayudarte a conocerte mejor.

 

Beneficios de trabajar la conciencia corporal para gestionar tus emociones

Cuando integras la conciencia corporal en tu desarrollo de inteligencia emocional, los beneficios van más allá de lo que podrías imaginar. No se trata solo de «sentirte mejor», sino de desarrollar una capacidad genuina de autorregulación emocional que transforma tu manera de relacionarte contigo mismo y con el mundo.

 

Mayor capacidad de autorregulación emocional

Una de las ventajas más importantes es que desarrollas «el espacio entre estímulo y respuesta». Cuando tu conciencia corporal está desarrollada, puedes sentir cómo una emoción comienza a manifestarse en tu cuerpo antes de que te «secuestre» completamente. Esto te da un margen de maniobra para elegir cómo quieres responder.

Por ejemplo, puedes notar cuando te vas a enfadar como una tensión en la mandíbula y un calor en el pecho, y en lugar de explotar o reprimir, puedes respirar conscientemente y elegir una respuesta más constructiva. Esta no es represión emocional; es regulación consciente.

 

Autoconocimiento profundo y auténtico

Trabajar desde la conciencia corporal te conecta con un autoconocimiento que va más allá de lo que piensas sobre ti mismo. Descubres cómo realmente reaccionas, qué te afecta genuinamente y qué necesitas para sentirte equilibrado. Es un autoconocimiento que no viene de análisis mentales, sino de una experiencia directa y encarnada.

 

Mejora en las relaciones interpersonales

Cuando estás más conectado contigo mismo a nivel corporal, también desarrollas mayor capacidad empática. Puedes percibir mejor las señales no verbales de los demás, entender el lenguaje corporal y responder de manera más atenta y compasiva. Tus relaciones se vuelven más auténticas porque tú estás siendo más auténtico.

Si sientes que necesitas un acompañamiento más personalizado en este proceso, el coaching personal en Madrid puede ayudarte a transformar tu vida de manera integral.

 

Señales de que necesitas reconectar con tu cuerpo

A veces no somos conscientes de cuánto hemos perdido la conexión con nuestro cuerpo hasta que empezamos a prestar atención. Si te identificas con algunas de estas señales, puede ser el momento perfecto para comenzar a cultivar tu conciencia corporal.

 

Señales físicas de desconexión

¿Llegas al final del día y te das cuenta de que tienes los hombros completamente tensos sin saber cuándo empezó esa tensión? ¿O notas que has estado conteniendo la respiración durante horas sin darte cuenta? Estas son señales claras de que has estado funcionando desconectado de tu cuerpo.

Otras señales incluyen dolores de cabeza frecuentes sin causa médica aparente, problemas digestivos relacionados con el estrés, insomnio o despertares nocturnos, y esa sensación general de estar «acelerado» incluso cuando intentas relajarte.

 

Señales emocionales que indican desconexión corporal

Emocionalmente, la desconexión corporal se manifiesta como reacciones emocionales que te sorprenden por su intensidad o por aparecer «de la nada». También puede manifestarse como dificultad para identificar qué estás sintiendo exactamente, o esa sensación de estar «anestesiado» emocionalmente.

Si te encuentras diciendo frecuentemente «no sé qué me pasa» o «no entiendo por qué reaccioné así», probablemente necesites reconectar con las señales que tu cuerpo te está enviando constantemente.

 

El coste de vivir desconectado

Vivir desconectado de tu cuerpo tiene un costo emocional y físico real. A nivel emocional, pierdes acceso a información valiosa sobre tus necesidades, límites y deseos auténticos. A nivel físico, la tensión acumulada puede manifestarse como dolores crónicos, fatiga y problemas de salud relacionados con el estrés.

Pero aquí está la buena noticia: reconectar con tu cuerpo es posible a cualquier edad y en cualquier momento de tu vida. Tu cuerpo está esperando pacientemente a que vuelvas a prestarle atención.

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Técnicas para desarrollar la conciencia corporal

Desarrollar conciencia corporal no requiere horas de práctica diaria ni técnicas complicadas. Se trata más bien de cultivar una actitud de curiosidad y atención hacia tu experiencia corporal momento a momento. Aquí te comparto algunas técnicas que puedes comenzar a implementar hoy mismo.

 

Técnicas de respiración consciente

La respiración es el puente perfecto entre la mente consciente y el sistema nervioso autónomo. Es algo que ocurre automáticamente, pero que también puedes influenciar conscientemente.

La técnica del 4-4-4: Inhala durante 4 tiempos, mantén la respiración durante 4 tiempos, y exhala durante 4 tiempos. Mientras lo haces, presta atención no solo al aire entrando y saliendo, sino a cómo se expande tu caja torácica, cómo se mueve tu abdomen, y qué sensaciones aparecen en tu cuerpo.

Respiración de coherencia cardíaca: Inhala durante 5 segundos y exhala durante 5 segundos, manteniendo este ritmo durante varios minutos. Esta técnica no solo te conecta con tu cuerpo, sino que también sincroniza tu sistema nervioso.

 

El escáner corporal: tu herramienta diaria

El escáner corporal es una de las técnicas más poderosas y accesibles para desarrollar conciencia corporal. Puedes hacerlo en cualquier momento y lugar, y solo necesitas unos minutos.

Comienza llevando tu atención a la parte superior de tu cabeza. Sin intentar cambiar nada, simplemente observa qué sensaciones están presentes. ¿Hay tensión? ¿Relajación? ¿Calor? ¿Frío? Luego, lentamente, va bajando tu atención por todo tu cuerpo: frente, ojos, mandíbula, cuello, hombros, brazos, pecho, abdomen, espalda, caderas, piernas y pies.

Lo importante no es lo que encuentres, sino el acto mismo de observar con curiosidad y sin juicio.

 

Estiramientos y movimientos conscientes

El movimiento consciente es otra puerta de entrada maravillosa a la conciencia corporal. No se trata de hacer ejercicio intenso, sino de moverte con atención plena.

Prueba con estiramientos simples: rotar los hombros lentamente mientras prestas atención a cada músculo que se estira, girar el cuello suavemente notando qué áreas están más tensas, o simplemente caminar prestando atención a cómo tus pies tocan el suelo.

 

Journaling corporal: escribir desde el cuerpo

Esta técnica combina la escritura reflexiva con la conciencia corporal. Antes de escribir, toma unos minutos para conectar con tu cuerpo. Luego escribe respondiendo preguntas como: «¿Qué está sintiendo mi cuerpo hoy?», «¿Dónde llevo la tensión?», «¿Qué necesita mi cuerpo en este momento?».

No busques respuestas «correctas», simplemente permite que la sabiduría de tu cuerpo se exprese a través de las palabras.

Para profundizar en prácticas de atención plena, te sugiero explorar cómo incorporar el mindfulness en tu rutina diaria.

 

Ideas prácticas para cultivar tu inteligencia emocional desde el cuerpo

Ahora que conoces algunas técnicas básicas, quiero compartir contigo ideas concretas que puedes integrar en tu vida cotidiana sin que requieran tiempo extra. Se trata de aprovechar momentos que ya tienes para cultivar esta conexión cuerpo-mente-emoción.

 

Pausas conscientes durante el día

La técnica del semáforo emocional: Cada vez que notes una emoción intensa, imagina un semáforo. Rojo significa parar y llevar la atención al cuerpo. ¿Dónde sientes esta emoción? ¿Cómo se manifiesta físicamente? Amarillo significa respirar conscientemente tres veces. Verde significa elegir conscientemente cómo quieres responder.

 

Aprende a respirar antes de responder

Antes de responder a un mensaje que te genera reacción emocional, antes de contestar en una discusión, antes de tomar una decisión importante, tómate tres respiraciones conscientes. En la primera, identifica qué sientes en el cuerpo. En la segunda, suaviza cualquier tensión que encuentres. En la tercera, conecta con la intención de responder desde tu mejor versión.

 

Estiramientos conscientes en momentos de transición

Utiliza los momentos de transición (antes de una reunión, al llegar a casa, antes de acostarte) para hacer estiramientos conscientes de 2-3 minutos. Mientras estiras, pregúntate: «¿Qué emociones llevo en este momento? ¿Cómo puedo cuidar mejor mi estado emocional?»

 

Caminar con conciencia emocional

Cuando salgas a caminar, ya sea para ir al trabajo o por placer, dedica los primeros 5 minutos a hacer un «check-in» emocional mientras caminas. ¿Cómo está tu estado de ánimo? ¿Cómo se refleja en tu manera de caminar? ¿Puedes ablandar el paso si estás acelerado, o darle más energía si te sientes apagado?

 

Escribir las sensaciones físicas de las emociones

Cuando sientas una emoción fuerte, toma un momento para escribir cómo se manifiesta en tu cuerpo. Por ejemplo: «La ansiedad se siente como mariposas en el estómago y tensión en los hombros» o «La alegría se siente como una expansión cálida en el pecho». Con el tiempo, desarrollarás tu propio «diccionario corporal» de emociones.

 

El papel del cuerpo en procesos de coaching emocional

En mis años acompañando a personas en procesos de desarrollo personal, he observado que los avances más profundos y duraderos ocurren cuando integramos el trabajo corporal en el coaching emocional. El cuerpo no solo es el recipiente de nuestras emociones; es un colaborador activo en el proceso de transformación.

 

Cómo el cuerpo revela lo que la mente oculta

A menudo, las personas llegan al coaching con un diálogo  muy claro sobre su situación: «Estoy estresado por el trabajo», «No sé por qué no puedo mantener una relación», «Me siento atrapado pero no sé de qué». Sin embargo, cuando comenzamos a prestar atención al cuerpo, emergen capas de información que la mente consciente había pasado por alto.

Recuerdo a una clienta que llegó convencida de que su problema era la «falta de motivación» en el trabajo. Durante nuestras sesiones, cuando empezamos a observar su cuerpo, descubrimos que cada vez que hablaba de su trabajo, su respiración se volvía superficial y sus hombros se elevaban hacia las orejas. Su cuerpo estaba revelando algo que su mente aún no había procesado: no era falta de motivación, sino una profunda desalineación con sus valores.

 

Identificación de bloqueos emocionales a través del cuerpo

Los bloqueos emocionales se manifiestan físicamente mucho antes de que los identifiquemos mentalmente. Una mandíbula perpetuamente tensa puede estar guardando palabras no dichas. Un pecho hundido puede estar protegiendo un corazón herido. Una espalda rígida puede estar cargando responsabilidades que no nos corresponden.

En el trabajo de coaching, cuando aprendemos a leer estas señales corporales, podemos abordar los bloqueos emocionales de manera más efectiva y compasiva. No se trata de forzar cambios, sino de crear las condiciones para que la transformación ocurra de manera natural.

 

El cuerpo como aliado en el proceso de autoconocimiento

Una vez que desarrollas conciencia corporal, tu cuerpo se convierte en tu mejor aliado para navegar procesos emocionales. Aprende a distinguir entre la tensión que indica que necesitas poner un límite y la que surge del miedo al cambio. Puede diferenciar entre la tristeza que necesita ser sentida y procesada, y la depresión que requiere apoyo profesional adicional.

Si sientes que necesitas acompañamiento profesional en este proceso, el coaching personal en Madrid puede ayudarte a integrar estas herramientas de manera personalizada.

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Cómo integrar conciencia emocional y corporal en tu día a día

La verdadera transformación no ocurre en las sesiones de coaching o en los momentos de práctica formal, sino en cómo integras esta nueva conciencia en tu vida cotidiana. Se trata de desarrollar hábitos sostenibles que te permitan mantenerte conectado contigo mismo, incluso en medio del caos diario.

 

Creando rituales de conexión matutinos

Comienza tu día con una práctica simple pero poderosa: antes de revisar el teléfono o pensar en tu lista de tareas, dedica 5 minutos a conectar con tu cuerpo. Puedes hacer un breve escáner corporal, algunas respiraciones conscientes, o simplemente preguntarte: «¿Cómo me siento hoy física y emocionalmente? ¿Qué necesito para cuidarme bien?»

Este ritual no solo te conecta contigo mismo, sino que establece una intención de atención plena para el resto del día.

 

Hábitos emocionales saludables durante el día

Check-ins emocionales regulares: Programa recordatorios en tu teléfono (cada 2-3 horas) para hacerte una pregunta simple: «¿Cómo estoy en este momento?» No para cambiar nada, sino simplemente para mantener la conexión contigo mismo.

Pausas corporales micro: En momentos de tensión, toma 30 segundos para soltar conscientemente los hombros, suavizar la mandíbula y respirar profundamente. Estos micro-momentos de conexión corporal pueden transformar tu experiencia del estrés.

 

Navegando emociones difíciles con conciencia corporal

Cuando aparezcan emociones difíciles (y aparecerán, porque son parte natural de la vida), utiliza tu conciencia corporal como ancla. En lugar de resistir o intensificar la emoción con pensamientos, lleva tu atención al cuerpo. ¿Dónde sientes esta emoción? ¿De qué te está hablando esta emoción? ¿Qué necesitas en este momento?

Esto no hace que la emoción desaparezca mágicamente, pero sí cambia tu relación con ella. Te conviertes en el observador compasivo de tu experiencia en lugar de ser arrastrado por ella.

 

Construyendo inteligencia emocional práctica

La inteligencia emocional práctica se construye momento a momento, decisión a decisión. Cada vez que eliges pausar antes de reaccionar, cada vez que incluyes la información de tu cuerpo en una decisión, cada vez que respondes a tus emociones con curiosidad en lugar de juicio, estás fortaleciendo tu inteligencia emocional.

Para complementar este trabajo, te recomiendo explorar prácticas de mindfulness para el autocuidado que puedes adaptar a tu rutina.

 

Cómo el método ReCONÓCETE puede acompañarte en este proceso

A lo largo de los años trabajando con personas que buscan desarrollar una inteligencia emocional más sólida, he desarrollado un enfoque integral que llamo ReCONÓCETE y Avanza. Este método reconoce que el desarrollo emocional verdadero requiere un trabajo que integre cuerpo, mente y emociones de manera coherente y sostenible.

La filosofía detrás del método ReCONÓCETE

ReCONÓCETE no es solo reconocer intelectualmente tus emociones, sino reconectar con la sabiduría integral de tu ser. El «RE» implica volver a algo que ya sabías, pero que quizá perdiste en el camino. CONOCERTE es un proceso activo de descubrimiento que involucra tanto tu experiencia corporal como emocional y mental.

Un acompañamiento personalizado para tu proceso único

Cada persona llega al desarrollo de la inteligencia emocional desde un lugar diferente, con historias únicas, desafíos específicos y recursos particulares. Por eso, mi enfoque de coaching siempre es personalizado. No se trata de aplicar técnicas genéricas, sino de descubrir junto contigo qué herramientas resuenan más con tu manera de ser y tu proceso particular.

Integrando herramientas complementarias

El trabajo de inteligencia emocional se enriquece cuando se combina con herramientas como el Eneagrama (para entender tus patrones de personalidad), el mindfulness (para desarrollar atención plena), y el trabajo corporal consciente (para mantener la conexión con tu sabiduría somática). En nuestro trabajo conjunto, exploramos qué combinación de herramientas funciona mejor para tu proceso específico.

Más allá de las sesiones: creando cambios sostenibles

El verdadero valor del acompañamiento no está solo en las sesiones, sino en cómo integras lo que descubres en tu vida diaria. Mi objetivo es que desarrolles tu propia capacidad de autoacompañamiento, que tengas herramientas claras y accesibles para navegar tus emociones con más confianza y compasión.

Si te resuena este enfoque integral, puedes conocer más sobre mi trabajo visitando la página principal de Equilibrio Esencia.

 

¿Lista para empezar tu viaje hacia una inteligencia emocional más plena?

Llegamos al final de este recorrido, pero en realidad, esto puede ser el comienzo de algo mucho más significativo para ti. Desarrollar inteligencia emocional desde la conciencia corporal no es un destino al que llegas, sino un camino que recorres día a día, con curiosidad, compasión y paciencia contigo misma.

El primer paso ya lo has dado

Si has llegado hasta aquí, si algo de lo que has leído resuena contigo, ya has dado el primer paso más importante: reconocer que mereces vivir con mayor conexión contigo misma, que tus emociones son una fuente de sabiduría y no un problema a resolver, y que tu cuerpo es un aliado en este proceso de crecimiento.

No tienes que hacerlo sola

Aunque el desarrollo de la inteligencia emocional es un proceso profundamente personal, no significa que tengas que hacerlo en soledad. A veces, tener un acompañamiento profesional puede acelerar y profundizar tu proceso, ayudándote a navegar los desafíos que inevitablemente aparecen en el camino.

Si sientes que estás lista para dar el siguiente paso, si intuyes que necesitas apoyo personalizado para desarrollar esta conexión cuerpo-mente-emoción de manera más profunda, estoy aquí para acompañarte. Mi enfoque combina herramientas de coaching, trabajo corporal consciente, mindfulness y otras técnicas que se adapten a tu proceso único.

Una invitación sin presión

Te invito a reflexionar: ¿qué sería posible en tu vida si tuvieras una relación más consciente y amigable con tus emociones? ¿Cómo cambiarían tus relaciones, tu trabajo, tu bienestar general, si pudieras navegar tus estados emocionales con más sabiduría y compasión?

No hay prisa, no hay presión. Solo una invitación abierta a explorar si este momento es el adecuado para ti para embarcarte en este viaje de reconexión contigo misma.

Si resuena contigo lo que has leído, si sientes curiosidad por explorar cómo sería trabajar juntas en tu proceso de desarrollo emocional, me encantaría conocerte. Puedes escribirme o agendar una primera conversación donde podamos explorar si mi acompañamiento es lo que necesitas en este momento de tu vida.

Recuerda: desarrollar inteligencia emocional desde la conciencia corporal es un regalo que te das a ti misma, pero también un regalo que le das al mundo. Cuando tú estás más conectada, más consciente, más alineada contigo misma, contribuyes a crear un mundo más empático, más compasivo, más humano.

Tu cuerpo te está esperando. Tus emociones tienen sabiduría que compartir contigo. Y yo estoy aquí, lista para acompañarte en este hermoso proceso de ReCONOCERTE y avanzar hacia la vida plena que mereces.

¿Comenzamos?

Si sientes que ha llegado tu momento, contáctame y demos juntas el primer paso hacia una inteligencia emocional más integrada y auténtica. Tu viaje de reconexión emocional y corporal te está esperando.

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